Esta es la segunda entrada en la que os hablo de los personajes de mi última novela, Te parecerá raro. Hace unos días, en redes sociales, una reseñadora decía: “… es una historia de ocho personas (me encantó que no dijera personajes) todas entrelazadas entre sí … que han de ir afrontando situaciones dramáticas que resolverán (o no) a lo largo de la trama. La pluma de Rosa Sanmartín logra conmover y transmitir esos sentimientos”.
Os digo que sin los dos personajes (personas) de los que os voy a hablar hoy, me hubiera sido imposible transmitir nada. Ellos, con su historia, su dolor, su tragedia, pero también sus ganas de vivir, hicieron posible que esta novela no se quedara a medias.
Paloma y Daniel. Ellos son los padres de Dani (protagonista de esta novela). Pensé que me resultaría fácil contar su historia, pero no fue así. Me dolió y sufrí con ellos en cada momento. Sonreí cuando un atisbo de felicidad asomaba a sus vidas.
Paloma había perdido la sonrisa, también las ganas de vivir. Una mujer divertida, audaz, fuerte, que, una tarde veraniega, casi ausente, se pregunta el porqué de tanto sufrimiento
Daniel, por su parte, es una persona estoica, fuerte, repleto de amor en una vida oscura. Ama a Paloma, a la que más, y con ella comparte medias sonrisas. Lo que no sabe es que una tarde veraniega, ese pequeño gesto, esas minúsculas sonrisas, desaparecerán de nuevo.
Quizá estos dos personajes sean mis preferidos. Son una lección de vida, una forma de estar en el mundo tan particular, tan llena de amor, que no tengo palabras para darles las gracias por aparecer y contarme su historia.
Ya os dije que esta novela no era una historia romántica, aunque esté llena de amor.
Seguro que, como me ocurrió a mí, se quedarán con vosotros para siempre.
¿Has leído la novela? Si es así, puedes dejar un comentario. Así sabré si estos personajes os rondan todavía por la cabeza.
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