Me preguntan mis editores que si yo soy mucho de San Valentín. Les digo que no; aunque, claro, a ver quién se resiste a una muestra de amor. Las de todos los días son más bonitas; a mí, al menos, me lo parecen. Las que se dicen a diario, las que se besan. Las que se abrazan y las que te recogen cuando estás en el suelo. Esas muestras de familia (incluyo aquí también a esos seres de cuatro patas que tanta vida nos dan), amigos, compañeros de vida son las que me gustan. Darlas, casi tanto como recibirlas. Me encanta, adormilada, pedir un beso antes de saber que la rutina obliga a las ausencias.
Y os cuento esto, porque mis editores dicen que a ellos les gusta también el detalle de cada día y que por eso se les ha ocurrido una promoción hasta final de mes. Son unos cuantos libros, de mujeres (no para mujeres), que hablan de historias corrientes, cotidianas. A veces también de mujeres.
Pues eso, que si queréis hacer(os) un regalo Cuando la vida te alcance está en versión digital por un euro... Hay otras novelas más de compañeras de correrías editoriales.
Y ya está. Eso os quería contar hoy después de un par de semanas de ausencias. Pero es que me entretienen, demasiado, mis personajes.
Gracias por seguir ahí, pese a las ausencias.
Gracias por seguir ahí, pese a la ausencia.
@noueditorial
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