Quizá escribir sea el acto más solitario que hay. Meses de investigación, de escritura, aislarte, de algún modo, de la realidad que te rodea para vivir la vida de los personajes. Son momentos felices, no diré que no. De los que más me gustan. De esos en los que la ficción cobra realidad. A veces duele. Otras, hasta te saca una sonrisa.
Después llega el momento de compartir. Hablar con esas personas que me habéis apoyado a lo largo de este corto pero intenso camino literario. Es siempre un placer conversar sobre personajes, escenarios y vivencias.
Negra y Oscura fue uno de esos regalos que no esperas y que llega de casualidad. Después se convirtió en una historia pequeña que, cuantos más días pasaban, más experiencias me contaba, y entonces cobró forma.
Hoy, esa novela, esa que duele y me alegra a partes iguales, es Candidata a los Premios de la Crítica Literaria Valenciana y yo no puedo estar más feliz.
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