¿Mapa? ¿O mejor la brújula?

A veces me escuchareis decir que mis personajes han cobrado vida, que se han rebelado o que tomaron partido en una historia que estaba planificada con anterioridad. Me dictan otro final o me obligan a rehacer la historia, y a cruzar los dedos para que no decidan cambiarla cuando quedan tres capítulos para terminar.

Somos escritores a brújula. Nos sentamos a escribir pensando qué harán hoy nuestros protagonistas o qué les deparará ese día su viaje.

En el fondo, me gusta que mis personajes me sorprendan, hagan su vida y tomen sus decisiones. Procuro ser transmisora de sus vidas, de esos instantes que decidieron pasar conmigo, de sus aciertos y de sus errores. Quiero pensar que son libres para elegir su destino.

Los escritores 'brújula' no cayeron en locura quijotesca simplemente escondemos una estrategia, una forma particular de narrar que se acerca a la improvisación, aunque en la mayoría de ocasiones saben (sabemos) muy bien hacia dónde va la historia. A fin de cuentas, decidimos, antes de teclear, que ese día tomarían otro camino.

Quizá lo soñamos...

Quizá nuestros protagonistas nos despertaron en mitad de la noche y nos contaron, en murmullos, otra historia más hermosa.

¿De qué tipo eres tú? Os leo... 👇

Y recordad que el próximo sábado hablamos más de este tema en el I Congreso Escrivivir gracias a la editorial Sargantana y a Bibliocafe. Escuela de escritura