Último día de este extraño 2020. En el 2021 seguiremos con más fuerza creando historias, viviendo experiencias de personajes que acabarán por quedarse en nuestras vidas. Hace dos días hice una ronda de preguntas en Instagram. Comparto algunas de las preguntas con vosotros porque muestra que para la mayoría de nosotros este año queda atrás y esperamos nuevos proyectos del que entra.
Estas fueron algunas de las cuestiones (y sus respuestas) que salieron ese día:
—¿Habrá nueva novela en 2021? La habrá; una romántica de tono intimista. Cuatro historias de amor entrelazadas, por una única historia, la de Claudia y Dani. Una novela de personajes, al estilo de Cuando la vida te alcance.
—¿Cuál ha sido tu mejor lectura de este año? Ha habido muchas, pero sin duda Patria, de Fernando Aramburu ha sido una de las que más me ha influido narrativamente.
—Un libro que me haya llegado al alma. El guardián entre el centeno. También lectura de este año. Pensé mucho este libro.
—¿Sobre qué temática te gustaría escribir y todavía no lo has hecho? Sobre la guerra civil, pero desde un punto de vista íntimo. La vida cotidiana de una familia durante ese periodo. Estoy en ello…
—¿Nueva historia en mente? Como os decía, estoy entre una novela de la guerra civil u otra que parte de un texto teatral ambientado en los años 80. Las dos son bastante duras y me van a costar de escribir. Empatizo demasiado con mis personajes.
Así quedó esta pequeña “entrevista”, hablando de nuevos proyectos. Aún así, personalmente, 2020 ha sido un año de alegrías. Cuando la vida te alcance (Nou Editorial) se publicó en julio y sus personajes, no solo me han regalado horas compartidas, sino un montón de buenas sensaciones por parte de aquellas personas que se han acercado a la novela.
Helena Sabater, Fifín Beneyto, María Andreu. Tres mujeres diferentes que habitaron en mí más de un año y que después cobraron vida propia en las vuestras. Curiosamente, también Carlos y Jaime (hermano y padre de Helena) tuvieron su momento en el último encuentro que hice unas semanas atrás.
Y por supuesto la gran Tara, protagonista indiscutible, compañera fiel. Ella hizo gran parte de la promoción de esta novela; ella es, sin duda, la otra mitad de esta historia. Sin Tara, Helena, en la segunda parte, se hubiera quedado a medias. Gracias a esa mestiza, todo cobró forma.
Así que me quedo con lo bueno de este 2020, las risas, los abrazos en la distancia, las miradas con sonrisa.
Seguiremos leyendo, aprendiendo y creciendo. Espero que el nuevo año os traiga muchas lecturas, y que podáis disfrutar con vuestros amigos y familias de ese tiempo que, parece, nos robó el 2020. Os deseo lo mejor.
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