El final de una novela es el mayor de los crímenes. 📚
Esta frase se me ocurrió cuando terminé mi primera novela. Fue un momento lleno de emociones, tristeza por despedirme de mis personajes; satisfacción por haber contado su historia; miedo a no estar a la altura; emoción por lograr publicarla. Mezcla de sentimientos que se sienten cuando finalizas un proyecto que lleva mucho tiempo gestándose.
Terminar una novela es cerrar un capítulo importante, pero también es el inicio de nuevas aventuras literarias, de nuevas historias que contar. Cada final nos lleva a un nuevo comienzo, lleno de posibilidades y sueños por explorar.
¿Pero qué ocurre cuando la mente se queda en blanco, cuando las historias no quieren salir?
Como escritora, he experimentado la sensación de vacío que puede seguir al finalizar un libro. De hecho, es algo que he sufrido después de publicar Negra y Oscura. Ese vacío que se siente es un desafío. Dicen que terminar una novela es lo más difícil; en mi caso, el comienzo es el dilema real. Qué contar y cómo contar. Renegar de una historia que late y que quieres reprimir para dar paso a otras que, quién sabe por qué, no se aparecen en los sueños ni en los paseos.
Y no queda otra que rendirse a la evidencia. A esa afirmación que os hago siempre: «sólo soy una mera transcriptora»; las historias, las verdaderas historias, las cuentan mis personajes. Y en ello andamos...
Pero hoy, además, quiero contaros algunos trucos que a mí me han servido, pequeños consejos con los que, quizá, podáis retomar la escritura, encontrar esa imagen disparadora.
Descansa y recarga: A veces, lo mejor que podemos hacer es alejarnos de la escritura y permitirnos descansar. Las buenas ideas pueden venir del lugar menos esperado. Y aunque esa frase tan recurrente de «que la inspiración te pille trabajando» no está mal, tampoco pasa nada si te pilla descansando. 😜
Lee y explora: Sumérgete en nuevos libros, historias y experiencias. Leer otras obras puede despertar nuevas ideas y perspectivas.
Escribe sin presión: Empieza con pequeños ejercicios de escritura. No te pongas expectativas altas, simplemente deja que las palabras fluyan. No intentes construir una historia (o el principio de tu novela). Ahora lo que importa es que vuelvan las palabras.
Conecta con otros escritores: Hablar con otros escritores puede ser increíblemente inspirador. Compartir experiencias y consejos puede abrir nuevas puertas creativas. Una conversación te ayuda a salir del bloqueo. Porque muchas veces sabemos qué historia queremos contar, pero no vemos cómo contarla. Un encuentro, una charla por teléfono o un café despierta esa idea.
Confía en el proceso: La creatividad es un viaje con altibajos. Acepta que los bloqueos son parte del camino y confía en que encontrarás el camino de vuelta. Estoy segura. Deja que las letras fluyan, conversa, lee, pasea y descansa. Permite que tus personajes y sus historias se vayan también de vacaciones. A su regreso, te lo pondrán fácil.
PERO SOBRE TODO, SIEMPRE, DISFRUTA Y SÉ FELIZ CON LA ESCRITURA.
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