top of page

El arte de la COMA: soy algo más que un signo de puntuación

Ya sé que puede parecer una tontería, pero escribir bien las comas es uno de los mayores desafíos. Soy fan de este signo, del punto y coma, tal olvidado, y de los maltrechos puntos suspensivos. En la escritura, la puntuación es una herramienta fundamental para guiar al lector a través del entramado de palabras y frases que componen una novela. Entre estos signos, la coma destaca como uno de los más importantes y, a menudo, más malinterpretados. ¿Cómo puede un pequeño trazo cambiar el ritmo, el tono y la claridad de una narrativa? Hoy quiero contaros algunas cosas sobre el arte de la coma y su uso en la escritura de novelas.

La COMA controla el ritmo

Una novela tiene un ritmo propio. Las oraciones largas pueden ser fluidas, mientras que las cortas aportan dinamismo y tensión. La coma es el metrónomo de la escritura, marca pausas que permiten respirar, intensifica una idea, te muestra el ritmo que lleva la novela y sus personajes. En una escena de reflexión, o de descripción, las comas alargan las frases, invitando al lector a detenerse y contemplar. Pero también una coma puede acelerar el ritmo fragmentando frases y aumentando la sensación de urgencia.

La COMA evita la ambigüedad

La claridad es esencial en una novela para mantener al lector inmerso en la historia sin que se produzcan confusiones. Cuando has de volver sobre un párrafo que ya has escrito, fíjate, quizá una coma solucione la ambigüedad que vas a crear en tus futuros lectores. Las comas juegan un papel crucial en la desambiguación de frases, créeme. Todos hemos recibido este meme: "Vamos a comer niños." Ahí lo tienes, sin la coma, la frase es perturbadora.

La COMA es organizada

Las enumeraciones son comunes en las novelas para describir características o detallar acciones. Las comas sirven (con la inestimable ayuda del punto y coma) para organizar estos elementos y mantener la fluidez.

La tan querida COMA vocativa

En el diálogo, las comas son esenciales para reflejar la naturalidad y el ritmo del habla. Sirven para llamar la atención sobre algún aspecto, para acortar frases, para ponerle música a las palabras. Créeme, este signo te resuelve la mayor parte de los diálogos y los hace creíbles y dinámicos.

Por supuesto, si haces uso de la coma vocativa evitarás confundir a tus lectores y, mucho más importante, podrás saltarte algunos incisos, porque sabremos en todo momento quién (y con quién) está hablando tu personaje. ¡No abuses! Tampoco es literario que todo el diálogo quede relleno de vocativos. Los lectores son inteligentes, de verdad.

La COMA como herramienta en la escritura

Controlar el ritmo, garantizar la claridad y aportar naturalidad a los diálogos son solo algunas de las maneras en que la coma enriquece la escritura. Su correcta colocación requiere una comprensión intuitiva del lenguaje (y echar mano del Panhispánico más de un millón de veces) y una cuidadosa atención. Es fundamental leer en voz alta, revisar y reescribir.

No se trata solo de seguir reglas, sino de usar la puntuación como una herramienta que obligue al lector a entrar en el juego de la literatura. ¿Te apuntas?


Si quieres saber más sobre el uso correcto de la coma, pincha aquí



37 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Commentaires


bottom of page